Envió una foto de su polla a Chupapollas y el mamón siempre sediento corrió directo al sótano. Este guapo árabe tiene una polla muy suave y cuando escupe, ¡tiene mucha leche! Chupapollas pasa un rato admirando la carne. El macho tiene una polla preciosa, tan perfecta que parece dibujada por un artista. Y su dueño no mentía: es tan suave que acaricia las amígdalas. Una buena piruleta que sabe a gloria y que Chupapollas adora como sabe. Aprovecha para tantear el cuerpo musculoso del jefe. Cuando el semen sale a chorros, Chupapollas se lo lleva directamente a la boca, un poco en la cara y hay una carga que le cae en la mano. Como no es de los que desperdician la comida, se traga bien todo lo que queda.